miércoles, 17 de junio de 2015

Peregrinación a Mompós y visita a Candelario Obeso


             Mompós  es pequeña, pero es una ciudad. Es tan bella como las canciones que ha suscitado. Guarda muchas memorias. Una de ellas es la de Candelario Obeso.

            Hijo de la feliz conjunción de un terrateniente abogado y una lavandera negra, este poeta  sigue teniendo, tras su muerte, un destino de contrastes. Su casa natal, en la Albarrada cercana a la Plazuela del Moral, ostenta tres placas de conmemoración en la
fachada. La más modesta, la única anónima, es la que más dice. Cuando la visité, adentro de la casa se guardaban motocicletas. El portal era utilizado para ventas callejeras.

            El monumento de su tumba combina un gran pedestal de blanco mármol y un busto de piedra oscura. Los monumentos de las calles conllevan contrastes parecidos, y además algunos suscitan misterios punzantes.

            En la calle Real de En Medio, hay una placa de la Academia Colombiana de Historia en homenaje al linaje Gutiérrez de Piñeres, que sigue siendo poderoso en la Costa Atlántica.

            Y en la Albarrada con el Callejón de la Cruz, una "Junta 3 de Mayo" erige un monumento conmemorativo de "los valerosos soldados [anónimos, añado yo] que ofrendaron sus vidas en la gloriosa jornada del 19 de Octubre de 1812". Fue ―logré saber― una batalla de defensa de la ciudad, que se había declarado libre de España, contra los partidarios de la regencia.

            Dos meses largos después de tal jornada, llegó Bolívar de Venezuela, navegando por el río desde Cartagena. Con un discurso apasionado, suscitó la adehesión de cuatrocientos jóvenes que marcharon con él (¿armados cómo?) hacia la provincia del Socorro y luego la capital venezolana.

            Seguramente algunos morirían en los combates. Quizás otros llegaron en realidad hasta Caracas. ¿Y luego? ¿Habría quien quiso y pudo volver a Mompós? De Bolívar se sabe que volvió varias veces, y la ciudad lo celebra. Pero por ellos nadie  ha preguntado: no deben haber sido de grandes linajes.

2 comentarios :

Unknown dijo...

Visité a Santa Cruz de mompox hace 3 semanas; disfruté la posibilidad de sentir una pequeña ciudad de la época de la Colonia. Este destino se me ocurrió, gracias a las charlas a las que he asistido organizadas por uds en SAPSO, pues me interésé por ver la adecuación arquitectonica que el gobierno nacional hizo de las Albarradas, o sea la primera calle de Mompox. Yo había entendido que se trataba de unos jardines, y después al caminarla, me dí cuenta que " el jardín" es sui generis, se compone de árboles señoriales, al margen del brazo de Loba del Rio Magdalena, un camino no lineal, muy natural,con los frentes de esas construcciones coloniales,, que hablan de mercaderes, e intercambio comercial y social.
Sí vi la placa de la casa de Candelario Obeso y recordé que era un poeta negro, pero no sé nada más de él.
Gracias por brindarnos la posibilidad de conocer más a Colombia, su naturaleza, su
identidad, su historia valerosa.

Rodrigo Escobar Holguin dijo...

Querida Cecilia, conviene que leas a Obeso. Hay una hermosa canción en la voz de Leonor González Mina, la "Canción del boga ausente" que es uno de los poemas más conocidos de él. Escribió en un español negro momposino que algunos piensan que requiere traducción, pero que se comprende con gran facilidad. Un abrazo
Rodrigo